Innovación. Es una palabra que por sí misma puede ser entendida de muchas formas y cuyo significado puede ser diferente para cada tipo de organización, y lo mejor que se puede hacer es que hagamos de ella una utilización flexible para obtener los resultados que esperamos.
Usted necesita que su organización haga las cosas bien en forma consistente y quizás para lograrlo usted tenga que emprender proyectos de mejora que pueden estar dentro de la categoría de innovación en cuanto a su impacto en el valor agregado que ofrece a sus clientes, a la organización o su entorno. Lo importante es comprender que es un proceso más que un resultado pero que generará mejores resultados si sabe ganarse el concurso de todos los miembros de la organización.
Una estrategia para definir el tipo de innovación que su organización debe emprender es comenzar con los problemas importantes para sus clientes o usuarios y tratar de resolverlos, para lo cual lo más probable es que tendrás que invitar a personas de distintos departamentos de su empresa a abordar las situaciones en forma sistemática y a buscar soluciones más allá de las convencionales, independientemente de su ambición innovadora tendrán que ser creativos.
En ese proceso continuo de estar incentivando la generación de ideas para convertirlas en ejecución de mejoras y cuando su organización se monte en esa difícil tarea continua de hacer mejor las cosas, es probable que esa palabra innovación comience a tener sentido para su empresa, sus empleados y sus socios. A partir de allí será más fácil desarrollar un lenguaje particular y común sobre lo que la innovación implica, facilitando la creación de una cultura de innovación.
En ese proceso continuo de estar incentivando la generación de ideas para convertirlas en ejecución de mejoras y cuando su organización se monte en esa difícil tarea continua de hacer mejor las cosas, es probable que esa palabra innovación comience a tener sentido para su empresa, sus empleados y sus socios. A partir de allí será más fácil desarrollar un lenguaje particular y común sobre lo que la innovación implica, facilitando la creación de una cultura de innovación.
Así que lo mejor es que cada empresa defina la innovación en relación con sus situación y sus objetivos, sin importar cómo otros la definen; cada empresa debe definir la innovación de la forma que tenga sentido para su su personal y sus socios.
Entendida entonces la innovación acorde a su organización, usted puede planificar ese proceso al igual que la gestión de los otros procesos de negocio y disciplinas tales como ventas, logística, operaciones, administración y finanzas. También se puede formar a las personas a ser mejores innovadores, especialmente cuando se comprende que la innovación funciona mejor con un enfoque integral de la empresa. Tiene que ser algo más que nuevos o mejores productos, servicios o tecnologías, puede implicar hasta modelos de negocios.
Finalmente, vale señalar que la innovación ya no es una palabra de moda, es un proceso necesario en todas las empresas para mantener y mejorar su situación independientemente del entorno en que operen y por lo tanto hay que gestionarlo y para ello planificarlo y medirlo.
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