viernes, 19 de marzo de 2010

Actitud: la clave del innovador (y de vivir)

“La actitud es algo pequeño que puede hacer una gran diferencia” – Winston Churchill

Si usted quiere ser un agente de innovación la cuestión fundamental es la actitud, la forma de enfrentar las situaciones, las estrategias y los problemas, incentivando la creatividad en su equipo de trabajo para el diseño de soluciones en función de los objetivos que persiguen.

Aunque usted puede tomarse la libertad de de fijar sus condiciones particulares, no está demás que tenga como referencia las que le enumero a continuación a ver si le son útiles.

1. Establezca una misión clara de la empresa y de los objetivos que persigue en su estrategia.

Las empresas no cuentan con un objetivo intrínseco por el solo hecho de estar funcionando; si usted no le ha dado un por qué, no lo ha hecho explícito, no lo comunica en forma consistente, el personal se sentirá en barco a la deriva; es probable que muchos se vean solo como en un trabajo para resolver y les bloquee el  sentido de pertenencia, necesario para tener compromiso con los logros y con la necesidad de las mejoras continuas que su organización requiere.

 Si usted formó o está en una organización es porque deliberadamente hay  un por qué, un sentido de ser, que impulsa la pasión de hacer, y respondiendo a eso se diseñan los medios para lograrlo, la organización, etc. Cuando cada persona de la empresa sabe el por qué se quieren hacer las cosas estará más motivado y comprometido con los resultados y las mejoras.

2. Reconozca el valor de las personas.

Para todo se necesita otras personas con fortalezas y competencias distintas de las cuales hay que obtener sinergias para que se produzca el trabajo en equipo. No espere que las personas sean receptores pasivos de sus mensajes y obedientes cumplidores porque no logrará la dedicación que se requiere, ni siquiera si concibe una organización cuartelaria. Valore las diferencias en las fortalezas, los conocimientos y de opinión porque allí están las grandes oportunidades para el crecimiento sostenible,  sobre la base de la innovación. Las personas de su organización son sus socios para el logro de objetivos.

4. Sea líder y desarrolle líderes.

Un líder se compromete con la razón de su trabajo y lo transmite con su comportamiento, en sus conversaciones, en las iniciativas y en sus actitudes, fomentando relaciones honestas con sus seguidores a quienes incluso educa de variadas formas. No espera a que le digan cómo hacer las cosas y tome iniciativas sin morir en el intento.

3. Sea leal con los principios y valores.

Las personas pueden o no cambiar con el tiempo, para bien o para mal, pero se debe trabajar sobre la base de unos principios y valores que hay que preservar en función de la misión escogida y no de las personas; es decir no ponga en riesgo sus objetivos y metas por mantener relaciones tóxicas que pongan en juego lo importante para la organización.

5. Cuidado con lo usualmente aceptado.

No se apegue a las reglas y menos a la inercia, al siempre lo he hecho así; más bien revise las normas con criterio, con inteligencia, explorando opciones para obtener mejores resultados. Pero cuidado, tratar de cambiar porque usted llegó o por un afán personal, eso puede ser una tontería que lo conduzca a cualquier cosa menos al éxito. Tenga iniciativas de cambio cuando los resultados agreguen valor a los clientes, a su gente, a su entorno.

6. Gerencie los errores.

Lo que doblega al más fuerte es el miedo. Intente y si falla, cosa probable, en esa ruta encontrará las mejores estrategias. Si usted fustiga y penaliza las fallas y los errores está matando todo el potencial de iniciativas que puede tener la gente. Atrévase a fallar significa atreverse a intentar. Un excelente gerente que tuve la oportunidad de conocer nos decía repetidamente el que no tenga fallas y errores es que no está haciendo su trabajo.

Si logras que cada quien se haga responsable de las fallas y errores, la única opción que le queda a cada quien es el aprendizaje para mejorar y echar para adelante y esforzarse por lograr el dominio de tus responsabilidades y las de los demás.

7. Diviértase en el trabajo.

Recuerde que todo bruto es serio aunque no todo serio es bruto. Con humor menos estrés y más productividad. Inténtelo.

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