martes, 12 de enero de 2010

Devaluación para la competitividad?


Quién se come el cuento? La devaluación del bolívar fuerte es para corregir déficit fiscal y para contar con holgura de caja ante un año electoral. La competitividad por devaluación es un accidente temporal que podría aprovecharse para exportar y obtener más Bs por dólar, por un tiempo. Pero en el mercado mundial las exportaciones se sostienen no solo porque haya una ventaja en el precio, como sería el caso de las materias primas, sino porque los servicios y productos cuentan con valor agregado diferenciador y ese se basa, entre otras, en capacidades tecnológicas, en competencias de mercadeo y distribución, en redes empresariales, en modelos de negocios novedosos, y en políticas colaborativas entre sector público y privado, por mencionar algunas; es decir, en ventajas distintas a lo artificioso y temporal de la simplesa de una tasa de cambio.

En medio de un modelo de economía rentista endogámica, profundizado en los últimos años, la inflación seguirá su camino con soltura y progresivamente erosionando las ventajas cambiarias para la exportación, hasta volver a sobre preciar la moneda local e imponer de nuevo una corrección monetaria.

Para lograr un escenario económico que impulse la competitividad sobre bases sólidas es fundamental la concertación de políticas, el consenso y la claridad en las reglas de juego, y el incentivo a la inversión que revierta el ambiente hostil a la empresa privada y a los derechos de propiedad, lo cual ha generado la paralización de la inversión y mermado el parque industrial y su competitividad. No hay una Venezuela competitiva pero sí las posibilidades de comenzar a construirla sobre la base de un marco de políticas diferente.

La devaluación que estamos afrontando no es el comienzo de un cambio de políticas, es peor de lo mismo que los venezolanos ya conocemos, y por ello el que tiene unos ahorros sale corriendo a comprar electrodomésticos porque esos precios, como las oscuras golondrinas, no volverán.

1 comentario:

  1. La devaluación llega tarde pero, como dices, tiene su racionalidad económica y política.
    Fue hecha de manera burda sin completarse con medidas que signifiquen cambios en nuestro modelo de economía y la forma y discurso del gobierno.
    por lo que se oye del presidente y sus acólitos, no generará clima de inversión y por lo tanto incentivará poco la innovación y la ampliación de capacidades industriales.
    Seguiremos en el modelo importador endógeno hasta que reviente de nuevo.

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