jueves, 24 de septiembre de 2009

El mejor y el peor tiempo para innovar


Piense positivamente aún en esta economía recesiva y aunque perciba un entorno hostil a la actividad empresarial. Los negocios y organizaciones en esta turbulencia tienden a ir actuando conforme a lo que se va observando más que enfocados en planes o propósitos de cierto alcance y pocas veces en relación con objetivos de innovación..

Estamos en el mejor y el peor tiempo para la innovación, es una cuestión de perspectivas. En medio de la situación de recesión, de restricción de divisas, de falta de reglas de juego y hasta de hostilidades hacia la actividad empresarial que afectan el desempeño de los productores de bienes y servicios, pensar en mejoras y en innovación quizás no sea precisamente lo prioritario en los directivos de las empresas e incluso puede ser, en medio de nuestro paradigmas, apreciado como una ingenuidad o falta de realismo.

Este contexto recesivo, sin embargo, puede ser la oportunidad para enfocar la gestión en los factores clave para mejorar el desempeño y descubrir oportunidades de mejora y de innovación.

En esa perspectiva, retomo de una publicación de HBR tres maneras de promover el espíritu positivo de las empresas, agregando la máxima de que “lo que no nos aniquila nos fortalece”.

En primer lugar, reconozca que cada empleado es un contribuyente al valor agregado que su empresa entrega a sus clientes, usuarios, accionistas o su entorno. Si usted como directivo, gerente o supervisor los ve como un costo inevitable y no como contribuyentes al valor, así se percibirá en la organización y no incentivará compromiso, ni sentido de pertenencia y por lo tanto aniquilará la participación y el potencial de generación de ideas y mejoras. En fin estará cultivando un ambiente negativo de cosechas similares.

En segundo lugar, sea honesto con su gente. Hable con franqueza sobre las realidades que se están enfrentando y, a su vez, lo que se espera de todos para salir adelante en medio de esas circunstancias.

Finalmente, rete honestamente a sus empleados a presentar propuestas e ideas para mejorar los sistemas, los productos o servicios y los procesos, pero hágalo considerando que las ideas y propuestas serán efectiva y sistemáticamente tomadas en cuenta y más aún reconocidas.

Estas vías le facilitarán crear el ambiente necesario para ir cultivando una cultura de innovación y de alto desempeño, con la cual será más efectiva la respuesta de la empresa a las condiciones de la economía y del entorno.

2 comentarios:

  1. requiere un plan comunicacional y un compromiso claro de la alta gerencia. Interesante el tema de cambio de perspectiva y nada fácil pero posible.

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  2. .. como siempre un optimista sin remedio ..

    Viola

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