sábado, 31 de octubre de 2009

Más importante que el tamaño...... es la estrategia

Me permito copiarles una entrevista aparecida en El Diario de Sevilla, a mi juicio, muy didáctica sobre el tema de la innovación como la actividad medular de la gerencia.

"O uno es el más grande o es el más distinto: Puleva quiere ser diferente"

El presidente de Puleva Biotech, que celebra el año que viene su primer centenario, asegura que su experiencia sugiere que en toda compañía la estrategia es siempre más importante que el tamaño
Guadalupe S. Maldonado / Granada | Actualizado 31.10.2009 - 
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El presidente de Puleva Biotech, Gregorio Jiménez, en la sede granadina de la empresa.
El próximo mes de abril la empresa más internacional de Granada celebrará su primer centenario. Gregorio Jiménez, el bastetano que desde 2004 preside Puleva Biotech -la filial del grupo Ebro Puleva y fruto del longevo departamento de I+D de Puleva Food, fundado en 1974- , asegura que el cien aniversario de la compañía no es más que un hecho anecdótico y que lo único que realmente importa es "seguir construyendo el futuro".

-¿Cómo se pasa, en sólo cien años, de envasar leche a ser una de las mayores referencias internacionales de la industria alimentaria?

-Una empresa tiene, al igual que las personas, distintas etapas. Hay una primera, que va hasta principios de los 70, en la que lo que se hace es envasar leche, como casi todas las empresas lácteas españolas. Cuando se ve que el sector lácteo básico es poco rentable, se plantea la necesidad de buscar nuevos caminos. Se crea el departamento de Investigación y Desarrollo (en 1974), se construye una nueva planta, se informatiza la compañía, se incorporan universitarios... Se inicia un proceso de diversificación. Se hicieron muchísimas experiencias y al final el único proyecto que maduró y que con el tiempo triunfó fue el de alimentación infantil, muy basado en la investigación y en la tecnología. A partir de ese momento se crean dos mundos: uno basado en los productos lácteos básicos y otro basado en la nutrición especializada de niños, muy intensivo en I+D.

-¿Qué fue entonces lo que falló, lo que derivó en la venta de la división de nutrición infantil a Abbot?

-Cuando España entró en la Unión Europea había un sentimiento general de que las empresas tenían que ser más grandes. Fue entonces cuando la parte láctea empezó a adquirir compañías para ser más grande y en 13 años multiplicó por cinco la capacidad industrial. Ese proceso supuso dos cosas. Primero, un endeudamiento importante y, segundo, el crecimiento de un sector básico poco rentable. Así que nos encontramos con una división láctea grande en tamaño y pequeña en números y una división de nutrición infantil muy sofisticada. Pero el conjunto resultó ser ineficaz, lo que condujo a la compañía a presentar suspensión de pagos.

-¿Cómo se rediseñó la compañía?

-Primero había que salir y luego buscar estrategias. Lo primero que se decidió fue hacer la compañía más pequeña y obtener recursos de lo que tenía valor. Se vendió la división de nutrición infantil, se cerraron fábricas, se presentaron expedientes de regulación de empleo... Fue una época durísima. Puleva se quedó con dos plantas y de una estructura de 1.500 personas se pasó a una de menos de 400.

-¿Fue entonces cuando el Departamento de Innovación se convirtió en la salvación de Puleva?

-Hecho eso había que redefinir la compañía. Tuvimos que refundar el departamento de I+D, reincorporar gente universitaria para ir conformando otra vez los equipos y orientarnos hacia los productos de valor. El planteamiento era muy fácil: los humanos somos los únicos mamíferos que tomamos leche a lo largo de nuestra vida y, como no tenemos las de nuestras madres, tomamos la de otras especies. Nuestra estrategia fue modificar la leche de otras especies para adaptarla a las necesidades del hombre. Y a partir de ahí desarrollamos toda una gama de productos y nos alejamos cada vez más del mundo de la leche básica. Y hemos conseguido tener una posición de privilegio, reconocida a nivel nacional e internacional. Hemos sido una empresa atípica.

-Teniendo en cuenta que, cuando usted entró en la empresa, en 1974, ya existía el departamento de I+D, ¿considera que Puleva se adelantó a su tiempo?

-Creo que una de las fortalezas de esta compañía es que ahora se habla de innovación y aquí empezamos hace 35 años. Con aciertos y desaciertos, eso ha creado una cultura de que hay que ser diferentes, de que hay que buscar caminos distintos, de que hay que ser singulares y buscar segmentos del mercado donde uno pueda tener protagonismo. Ése ha sido nuestro éxito.

-¿El resto del tejido empresarial va con retraso y está demasiado ligado a las ayudas públicas?

-Tarde nunca es. El problema es que la innovación, la transformación del conocimiento en productos y servicios, no es una ciencia exacta. Hay que buscar caminos y eso necesita una experiencia que no se adquiere por decreto. No es fácil, de manera espontánea, porque no hay mucha experiencia previa. Gracias a la revolución tecnológica el mundo está cambiando y ese proceso va a permitir que surjan otros modelos de empresa distintos. Pero, ¿qué ocurre? Que en España no hay ninguna Facultad de Innovación. Hablamos mucho de algo y no tenemos sitios donde aprenderlo. Uno de mis sueños es que Granada tenga la primera escuela de innovación de este país, donde se enseñe cómo la gente ha visionado las cosas de una manera distinta para generar negocios.

-El de Puleva sería un caso de estudio en esa escuela de innovación...

-Vendimos la división de nutrición infantil, diez años después compramos la marca porque para nosotros era fundamental recuperarla. Tuvimos que diseñar una estrategia distinta porque volvíamos al mercado diez años después. Hemos hecho un proceso de innovación muy importante, que fue pasar de los productos en polvo a los productos listos para tomar. En este momento más del 30% del mercado de leches infantiles es líquido y, de ahí, nosotros tenemos el 61%. Con un modelo asociado a unas de las variables más importantes en la sociedad actual, la comodidad, estamos revolucionando otra vez el mercado de las leches infantiles. Tenemos una posición superior a la que teníamos cuando vendimos la marca y lo hemos hecho prácticamente en cuatro años.

-Siempre habla de la importancia de la estrategia frente al tamaño...

-El problema en el mundo actual es que o uno es el más grande del mundo, o uno es el más distinto. Y nosotros hemos querido ser muy diferentes. Hemos visto que creando estrategias diferenciales se puede progresar. En nuestra experiencia el tamaño no ha sido eficaz.

-Secundar la guerra de precios está fuera de los planes de Puleva...

-Queremos vivir al margen de ese mundo porque es pura destrucción. Cuando uno compra una camisa de dos euros es porque probablemente vale un euro y, yo me pregunto, ¿cuánto se le paga a la gente que hace esa camisa? ¿Cincuenta céntimos? El bajo coste significa bajos salarios. Eso es insostenible. Cuando todos son iguales la única variable es el precio. Hay que ser distinto para que se cree valor y se genere riqueza. Nuestra experiencia nos dice que ése ha sido el camino que nos ha llevado a ser reconocidos y respetados en una ciudad que tiene una universidad magnífica, la Sierra, el mar, la Alhambra... Pero que no tiene vacas.

-La alianza entre salud y alimentación ha sido vital en el éxito de la empresa...

-Cuando uno hace estrategia de diferenciación se dirige a las personas, que se mueven por valores, no por dinero. Asociar alimentación y salud es un binomio de éxito. Y combinando la salud, el placer, la comodidad, la confianza, la seguridad y la variedad, surge la fórmula mágica.

jueves, 8 de octubre de 2009

Haciendo que la innovación ocurra


“Imagínese que cada persona en su empresa viene a trabajar cada día creyendo que sus ideas podrían influenciar el destino de su compañía” “Imagine que en cada esquina de su organización se están pulsando todo el tiempo ideas y conceptos para nuevos productos y servicios, estrategias y negocios, proveyendo un flujo continuo de innovaciones para satisfacer a sus clientes y usuarios, confundir a sus competidores y rentabilizar la inversión”
Imagine que todo el personal de la organización, de todos los niveles, han sido entrenados en los principios, habilidades y herramientas para la innovación, mejorando sus habilidades para descubrir inexplotadas oportunidades y generar nuevas ideas de negocios”
"Imagínese también que su empresa cuenta con un infraestructura de innovación donde esas personas pueden encontrar los recursos, el talento y el soporte gerencial que ellos necesitan para convertir sus ideas en historias exitosas de mercado”
“Imagine si la noción de cultivar, construir y sostener una cultura profunda  y de capacidad de innovación no sea una aspiración vaga sino una realidad diaria en su propia organización.”
Ahora pare de imaginar; muchas compañías en el mundo están logrando que lo se dice arriba está realmente sucediendo”*.
Si bien es cierto que no hay unas mejores prácticas que conduzcan a la construcción de un ambiente de trabajo y una cultura de innovación sostenible, hay sin embargo algunos aspectos comunes en muchas organizaciones innovadoras que vale la pena tenerlas en cuenta, en tanto que pueden ser factores que aumenten las posibilidades de éxito en una amplia variedad de organizaciones.
• En primer lugar, el soporte, patrocinio y compromiso genuino de la alta gerencia a la promoción de las mejoras y la innovación a lo largo y ancho de la empresa
• La creación de grupos multifuncionales, quienes además de atender las operaciones regulares de la empresa, dedican tiempo a la generación de nuevas ideas en función de los objetivos o situación de los negocios
• Crear sistemas de reconocimiento a la colaboración entre los empleados que incentiven no solo la generación de ideas innovativas en procesos, servicios o tecnologías sino también a difundirlas y transformarlas en proyectos
• Crear un sistema para el seguimiento y control de la ejecución de los proyectos de innovación con los indicadores adecuados
• Crear eventos periódicos para la difusión de resultados y presentación de proyectos de innovación en los que participe la organización
• Crear fondos para soportar el desarrollo de los proyectos de innovación que se seleccionen
• Si es posible implante un sistema, sobre la plataforma de informática y telecomunicaciones de su empresa en la que pueda crearse un banco de ideas y sirva a su vez como canal de difusión de las diversas iniciativas
• Desarrolle programas de capacitación en herramientas y habilidades para el estímulo de la curiosidad y la innovación
Este tipo de iniciativas han tenido éxito en muchas empresas, desarrollando ambientes colaborativos de trabajo que crean sentido de pertenencia, y  que conllevan a los trabajadores a asumir responsabilidades colectivamente, para crear oportunidades o para resolver la diversidad de situaciones o problemas que sus organizaciones enfrentan ante sus propósitos de corto, mediano y largo plazo.
*The new innovation challenge. Peter Skarzynsky
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Punto y seguido:
"Nuevos retos requieren nuevas formas de hacer las cosas, lo que significa no sólo un nuevo enfoque, sino un rechazo obligado por las normas que se aplicaban en el pasado. Aquí hay tres maneras de estimular la innovación para hacer frente a su próximo reto:

  1. Mirar hacia afuera. Cuando se enfrentan con la necesidad de innovar, la mayoría de las empresas miran al talento disponible en su interior. Además de ello, vaya más allá de los límites corporativos  y amplíe la red de talentos.
  2. Movilizar a las personas apasionadas. Hay personas que probablemente son apasionados de su producto, idea, o área de enfoque. Encuentre a esas personas y conectelos para que puedan compartir ideas y movilizar a otros para innovar .
  3. Adoptar nuevas tecnologías. Mire a a las generaciones más jóvenes de los empleados para ver qué tecnologías están utilizando. Apoye y adopte estas tecnologías en tanto que puedan ser la fuente de su próxima innovación. 
Tomado de: Harvard Business Publishing