jueves, 28 de enero de 2010

Bill Gates en Twitter


  1. Sobre su visión: “Uno no puede sólo mirar al pasado o al estado actual del mercado. También debe mirar a dónde va y hacia dónde puede dirigirse bajo ciertas circunstancias, y luego guiar su empresa conforme a sus mejores predicciones.”
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  2. Efectividad de liderazgo: “Es inspirador, en el recuento que hace Sloan de su carrera, ver cómo un liderazgo positivo, racional y centrado en la información puede llevar a obtener un éxito extraordinario.
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  3. Toda cosa mala puede ser arregladoLuego de que usted ha considerado las noticias desagradables no desde un punto de vista negativo, sino más bien como una evidencia de que es necesario un cambio, entonces éstas ya no le abrumarán. Al contrario, usted podrá incluso aprender de ellas.
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  4. Aprovechando oportunidades:  ”Nosotros no previmos que Internet, una red utilizada con fines académicos y por fanáticos de la tecnología, se transformaría en la inmensa red comercial que es hoy. ”
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  5. Tomando decisiones importantes: “Para hacer que una compañía grande se mueva rápidamente, en especial ante la presencia de una oportunidad con tantas aristas como la Internet, usted cuenta con cientos de personas que participan y que tienen nuevas ideas.
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  6. Enfocarse en el cliente: “Debe estudiar lo que dicen sus clientes respecto de los problemas que presentan sus productos y mantenerse a tono con sus necesidades, extrapolándolas de aquéllas de sus mejores compradores para predecir requerimientos futuros.

Del campus al mercado


Tecnologías de tránsito saltan del campus a calles de Caracas

Grupo de Tráfico Inteligente aportó soluciones a circulación en la USB

 

Rafael Santelmo, ingeniero electrónico y socio de la nueva empresa Tec- Intraf C.A., en conjunto con otros siete colegas fueron los promotores y creadores de la página web www.vialidad.usb.ve y de toda la tecnología que hay detrás de ella. 

Al menos 200 personas, en promedio, visitan esta página que, además de ser consultada a través de la computadora, puede ser chequeada vía celular. Allí, los estudiantes y trabajadores de la USB pueden revisar en vivo el estado del tráfico, gracias a las ocho cámaras que fueron instaladas en puntos clave de la casa de estudios. 

Según detalla Santelmo, se usaron dos criterios para establecer las cámaras, cuyo costo asciende a BsF 5 mil, cada una. "Las colocamos de acuerdo con lo que requería el conductor saber y también en los puntos que nos permiten levantar la estadística de tránsito", explica. 

Esas estadísticas fueron las que permitieron hacer los estudios necesarios para probar, a través de un simulador de tránsito, el nuevo esquema de circulación que se aplicará en los accesos y la vialidad interna de la universidad en los próximos meses con el apoyo de la Policía de Circulación de Baruta. 

Hasta este mes el Grupo de Tráfico Inteligente contará con el financiamiento de las empresas, pero Eduardo Pujol, junto a Santelmo seguirán desarrollando tecnología inteligente para el tránsito en la capital. 

Ahora, llevarán a las alcaldías de la capital los avances que alcanzaron en la materia. "Los Sistemas Inteligentes de Transporte (ITS por sus siglas en inglés) no son nuevos, tienen 20 años desarrollándose y Venezuela tiene mucho potencial para desarrollar este tipo de tecnología", opina el joven ingeniero. 

"Es poco común que los ingenieros electrónicos se dediquen a la materia de tránsito, pero con esto nos fortalecimos en el área de redes, desarrollamos herramientas y programas para el conteo de automóviles, aplicaciones para escritorio y celulares", cuenta Santelmo. El nuevo reto del grupo será desarrollar un software de control de semáforos.

Beatriz Cruz Salazar
EL UNIVERSAL

lunes, 18 de enero de 2010

Prisa e innovación - Xavier Marcet -



La innovación es la solución de consenso para la competitividad, pero desarrollar la innovación en una empresa no es algo que se improvise. Una cosa es haber hecho un proyecto de innovación para aprovechar alguna ayuda pública (probando algo en la periferia del negocio por si suena la flauta o para hacer un pequeño negocio gracias a las desgravaciones o los gastos imputados) y otra cosa muy distinta es que la innovación ayude a una empresa a sacarla del atolladero y se centre en su core business. Para que la innovación genere competitividad debe impregnar al conjunto de la empresa ( y no solamente a su departamento de I+D) y debe contemplar que los resultados de innovación suelen venir de un promedio de éxitos y fracasos. Intentar innovar y no fallar es, casi con toda seguridad, focalizar la innovación en la mejora continua y aparcar la innovación disruptiva. Es difícil crear nuevas categorías de negocio (tecnologías nuevas, nuevos modelos de negocio o formas más eficientes de relación con los clientes) sin un “funnel” de innovación dónde convivan proyectos que avanzan y otros que se encallan, proyectos de pequeña mejora con enfoques revolucionarios, dónde se alternen éxitos y fracasos. Este proceso necesita aprendizaje colectivo, y por tanto tiempo, necesita adecuar la cultura corporativa. No se improvisa una cultura que invite a pensar para ir más allá de los tópicos que todos saben y arriesgue nuevas respuestas. Algunas empresas quieren ahora resultados de innovación a corto plazo porque su voluntad es sobrevivir y resistir una crisis que requiere urgencias. La respuesta de la innovación significativa, rentable, no es tan rápida como algunos quisieran. Transformar o combinar nuevos conocimientos para generar propuestas de negocio solamente es algo fácil para quienes no lo han probado.

La innovación no es algo al margen de la estrategia y del día a día de la empresa. Al contrario, debe ser pura estrategia. Y si hay que acelerar el "time to market", se debe intentar acelerar los procesos de innovación y hacerlos eficientes. La innovación debe responder en tiempos y en rentabilidad a las inversiones que se destinan a ella, sin duda, y a la agenda de la empresa.

Pero no hay que olvidar que la innovación no es una decisión que ahorra un proceso, es un proceso que culmina en una decisión.

viernes, 15 de enero de 2010

Diez señales de que la innovación puede fallar*

¿Cuáles son los signos de que la innovación en una empresa está destinada a fracasar?


Sería genial tener una lista de control sobre esto, pero lamentablemente la innovación es demasiado compleja y específica de cada empresa por lo que no hay un estándar para ello.

Sin embargo, podemos compartir nuestras ideas sobre este punto y ayudarnos mutuamente a ser mejores en la detección de los signos de fracaso.

Así que he mencionado (en un orden no priorizado) las banderas rojas que busco cuando hablo con los ejecutivos y líderes de la innovación, tratando de conseguir una comprensión de sus capacidades de innovación empresarial. ¿Qué piensa usted y qué se puede agregar?

• La falta de una estrategia de innovación. Ejecutivos y líderes de la innovación no han logrado vincular la innovación con la estrategia global de la empresa. Como resultado, los esfuerzos de innovación no tienen instrucciones claras y no hay una combinación adecuada para la innovación incremental y menos para la innovación radical. Ninguna estrategia, ningún esfuerzo se centró, no hay resultados.

• No existe una definición de la innovación. Innovación significa cosas diferentes para diferentes personas. Cada empresa debe desarrollar su propia definición de manera que se ajuste a su situación, y el uso de esa definición para construir un lenguaje común para sus iniciativas de innovación.

• Excesivo énfasis en las capacidades internas. El futuro de la innovación es abierto y global. ¿Quién la logrará primero? Usted o sus competidores?

• Excesivo énfasis en la innovación abierta. Este no es el Santo Grial. Tienes que abrir las fronteras de su empresa, pero debe tener un fuerte enfoque en sus recursos internos. Una clave para la innovación de éxito es la habilidad para combinar los recursos internos y externos y actuar sobre las oportunidades que surgen de esa combinación.

• Silos en el interior de su organización que no se descomponen. Si no puede hacer que la innovación ocurra a través de su unidades de negocio y entre sus funciones internas, no se puede esperar tener éxito con los asociados externos.

• Excesivo énfasis en las ideas y centrarse demasiado poco en la gente. La gente y los procesos importan más que las ideas. Sin embargo, muy pocas empresas establecen programas en los cuales puedan identificar y desarrollar a las personas adecuadas y hacerlas coincidir con las ideas correctas en el momento oportuno.

• Los ejecutivos no entienden que una fuerte cultura de la innovación es igual a una cultura fuerte de conexión en red. Aunque los ejecutivos pueden reconocer el valor de las relaciones, a menudo dejan esta en el bosque diciendo que la gente puede averiguar esto por sí mismos. No es cierto. Los ejecutivos requieren establecer las estrategias basadas en el aprovechamiento de redes y los empleados necesitan capacitación que se ajuste a esas estrategias, así como con el tiempo para construir y cultivar relaciones internas y externas.

• Los esfuerzos de innovación se centran en la tecnología o los productos. La mayoría de las empresas no trabajan con la diversidad de modelos de innovación posibles, los cuales ayudan a los empleados y a los socios externos a tener una perspectiva de la innovación más holística. Recuerde que la innovación es también acerca de los servicios y los procesos.

• Los de siempre en el juego. Campeones de innovación y otras unidades de élite pueden funcionar, pero enfocarse en esas formas suele también enviar la señal de que esos son quienes se harán cargo de de los procesos de innovación. Otros empleados pueden pensar que no es necesario involucrarse. No todo el mundo debe trabajar con la innovación al mismo tiempo, pero sí que los programas o plataformas den oportunidades a todos a trabajar con la innovación.

• Los ejecutivos y líderes de la innovación subestiman la velocidad del cambio. Un ejemplo es la innovación abierta. Un objetivo clave es convertirse en el socio preferente en un proyecto. Pero la dinámica hace que muchas veces las empresas no estén listas y pierden la oportunidad.

Sería bueno saber de sus opiniones.


Stefan Lindegaard



*(Traducción libre)


martes, 12 de enero de 2010

Devaluación para la competitividad?


Quién se come el cuento? La devaluación del bolívar fuerte es para corregir déficit fiscal y para contar con holgura de caja ante un año electoral. La competitividad por devaluación es un accidente temporal que podría aprovecharse para exportar y obtener más Bs por dólar, por un tiempo. Pero en el mercado mundial las exportaciones se sostienen no solo porque haya una ventaja en el precio, como sería el caso de las materias primas, sino porque los servicios y productos cuentan con valor agregado diferenciador y ese se basa, entre otras, en capacidades tecnológicas, en competencias de mercadeo y distribución, en redes empresariales, en modelos de negocios novedosos, y en políticas colaborativas entre sector público y privado, por mencionar algunas; es decir, en ventajas distintas a lo artificioso y temporal de la simplesa de una tasa de cambio.

En medio de un modelo de economía rentista endogámica, profundizado en los últimos años, la inflación seguirá su camino con soltura y progresivamente erosionando las ventajas cambiarias para la exportación, hasta volver a sobre preciar la moneda local e imponer de nuevo una corrección monetaria.

Para lograr un escenario económico que impulse la competitividad sobre bases sólidas es fundamental la concertación de políticas, el consenso y la claridad en las reglas de juego, y el incentivo a la inversión que revierta el ambiente hostil a la empresa privada y a los derechos de propiedad, lo cual ha generado la paralización de la inversión y mermado el parque industrial y su competitividad. No hay una Venezuela competitiva pero sí las posibilidades de comenzar a construirla sobre la base de un marco de políticas diferente.

La devaluación que estamos afrontando no es el comienzo de un cambio de políticas, es peor de lo mismo que los venezolanos ya conocemos, y por ello el que tiene unos ahorros sale corriendo a comprar electrodomésticos porque esos precios, como las oscuras golondrinas, no volverán.

miércoles, 6 de enero de 2010

Formas de comprometerse - Xavier Marcet


A menudo reclamamos compromiso como una de las competencias profesionales más preciadas. Valoramos a aquellos que incorporan un plus de implicación en los proyectos o en las organizaciones, de modo que sabemos que podemos contar con ellos para desplegar las soluciones. Os propongo compartir algunas formas de compromiso profesional que me parecen relevantes:

1. Estar del lado de la solución más que del problema. Asumir con responsabilidad.


2. Orientarnos a la eficiencia, enfocarnos a resultado, estar lo más lejos posible de la actitud “perro del hortelano”.


3. Aportar flexibilidad. Esforzarnos en entender los procesos también desde el punto de vista de los demás. Saber situarnos en el mapa de las expectativas compartidas.


4. Militar en el sentido común, no complicar las cosas innecesariamente.


5. Tener sentido del esfuerzo, acompasar nuestros tiempos profesionales (y personales) para alcanzar objetivos razonablemente.


6. Fomentar un entorno de honestidad y de lealtad.


7. No desfallecer ante la primera dificultad. No abandonar cuando las cosas se ponen feas. No escondernos.


8. Aprender es una forma de comprometerse muy importante, especialmente cuando hay fracasos de por medio.


9. Sumar en equipo. Respetar, comunicar, colaborar, delegar, son verbos para crear entornos profesionales amables en lo que sea fácil motivarse.


10. Orientarnos a futuro, no encallarnos en las disputas del pasado

viernes, 1 de enero de 2010

Innovación, una cultura de irreverencia


Un colega cotidianamente se refiere a que la cultura del trabajo debe ser la irreverencia y, ciertamente, desde la perspectiva de la innovación la Irreverencia es un componente necesario. Cambie las cosas para su mejora antes de que sea absolutamente necesario, de lo contrario puede ser muy tarde o muy costoso. La reverencia al pasado es un sofá muy cómodo que bloquea el progreso, es una enemiga de la innovación. La alta gerencia de una empresa tiene la primera responsabilidad de la irreverencia con el pasado, con ese "siempre lo hemos hecho así". Nada fácil pero no queda otra opción.